Biografía:
José Patiño Gonzalez, guitarrista gitano, más conocido en el mundo del arte de la guitarra flamenca con el nombre artístico de EL MAESTRO PATIÑO, nació en Cádiz en el año de 1829, y murió en su tierra natal de Cadiz en el 1902, está considerado por todos como el artífice de la guitarra flamenca profesional; el padre del toque por soleá. El colocó los cimientos sobre los que se asienta la bajañí , el toque "p´abajo" dando forma y cuadratura definitiva a los diversos estilos con los bajos y rasgueados exactos, persiguiendo dar a cada estilo el color, el aire o carácter adecuados, y perfeccionando el arte del acompañamiento del cante con los acordes mágicos que nos legó. Patiño forma con Silverio la pareja fundamental en nuestra primera historia. Se repite en casi todos los tratados que afirmación suya era que la sonanta se había hecho exclusivamente "pa acompañá ar cantaó" Sin embargo, los datos contradicen la supuesta tozudez rasgueadora del maestro. Es ya sabido que existen programas de sus actuaciones donde se anuncian piezas exclusivamente de guitarra a cargo del profesor y con el preceptivo don por delante. La parte esencial de su trayectoria, lo recalcamos, estuvo unida a la del gran Silverio Franconetti. Juntos actuaron en grandes teatros y, después, en los cafés-cantante de Sevilla. Patiño pasaría por los cafés de Cagajones, triperas, para dirigir diversos cuadros de cante y baile. Las falsetas de Patiño, en plena vigencia, nos ha llegado a través de sucesivos guitarristas, pues, como nos dijo el venerable guitarrista Mario Escudero," la soleá no se puede tocar sin acordarse todavía de las tres o cuatro notas que hizo el maestro". El maestro Patiño Nacido en la ciudad de Cádiz el año 1829, el guitarrista José Patiño González, conocido en el mundo del arte como el Maestro Patiño, parece ser que fue el inventor, o al menos el que perfeccionó la cejilla o cejuela, pieza suelta, privativa de la guitarra flamenca, que aplicada transversalmente sobre la encordadura de la guitarra, sirve para igualar la entonación del instrumento. Dicen que compartió con él esa suerte Paquirri el Guanté, aunque este gaditano sobresalió más como cantaor que como guitarrista. Al centrar el maestro Patiño sus esfuerzos en conseguir que la guitarra pudiera adaptarse a los tonos de los cantaores y no al revés, como se hacía hasta entonces, este transporte de tonos enriqueció sobremanera el cante. Hasta entonces, el acompañamiento se veía limitado a dos formas simples, el cante 'por arriba' (mi mayor) o el cante 'por medio' (la mayor). La cejilla vino pues a cumplir una importante función en la evolución del cante flamenco. Patiño, como guitarrista flamenco, fue un gran clásico del siglo XIX, sentando una serie de bases de decisivo aporte en el posterior desarrollo artístico de este instrumento. Fue el primero que modernizó el acompañamiento flamenco, y a pesar que decía que la guitarra se había hecho para acompañar al cantaor -según afirmaba Fernando el de Triana- fue también el primero que empezó como solista a dar conciertos de guitarra flamenca. Trabajó mucho en su tierra y en los cafés cantantes sevillanos de Los Cagajones o Triperas. A Silverio Franconetti le acompañó en una gira por la provincia de Cádiz en 1865, y a Chacón también le tocó en la gaditana Velada de los Ángeles de 1886. El Maestro Patiño dejó un gran número de discípulos, entre otros Paco el Barbero y aquel primerísimo Paco el de Lucena, que llegó a superarlo en ejecución. Patiño falleció en su ciudad natal tal día como hoy del año 1902. Maestro Patiño José Patiño González. Cádiz, 1829 - 1902. Guitarrista. Primer patriarca del toque, de quien todos sus contemporáneos bebieron. Gitano del mítico barrio de Santa María, siempre declaró que la guitarra se había hecho "pa acompañá ar cantaó", y a ello dedicó toda su vida con admirable propiedad. Gozó de la máxima estimación por parte de sus contemporáneos. Chacón le consideraba el más clásico, el más puro, y Aurelio Sellés dijo: "Le conocí mu viejito, con el abrigo puesto. Vamos, la capita puesta y un guitarrillo que llevaba, porque era un guitarro lo que llevaba; ése era un fenómeno". Sería un guitarrillo que efectivamente daba pena verlo, pero -en opinión de Pericón de Cádiz- "ya podía venir el mejor del mundo, que no lo mejoraba; el sonío que le metía el hombre ese a las cuerdas, la manera de tentarlas...". Y Fernando Quiñones lo valora en los siguientes términos: "Se caracterizó su estilo, especialmente en cantiñas, soleares y siguiriyas en bordones, por su precisión y calidad en el dibujo melódico, su trazo minucioso y la profusión de admirables falsetas, del todo acordes con el compás y particularmente con el espíritu del género que en cada ocasión interpretaba. Su célebre toque corto, de sincopado estilo, abundaba en breves y recortados aunque encantadores floreos, en una atmósfera de notas secas y apagadas..."
José Patiño Gonzalez, guitarrista gitano, más conocido en el mundo del arte de la guitarra flamenca con el nombre artístico de EL MAESTRO PATIÑO, nació en Cádiz en el año de 1829, y murió en su tierra natal de Cadiz en el 1902, está considerado por todos como el artífice de la guitarra flamenca profesional; el padre del toque por soleá. El colocó los cimientos sobre los que se asienta la bajañí , el toque "p´abajo" dando forma y cuadratura definitiva a los diversos estilos con los bajos y rasgueados exactos, persiguiendo dar a cada estilo el color, el aire o carácter adecuados, y perfeccionando el arte del acompañamiento del cante con los acordes mágicos que nos legó. Patiño forma con Silverio la pareja fundamental en nuestra primera historia. Se repite en casi todos los tratados que afirmación suya era que la sonanta se había hecho exclusivamente "pa acompañá ar cantaó" Sin embargo, los datos contradicen la supuesta tozudez rasgueadora del maestro. Es ya sabido que existen programas de sus actuaciones donde se anuncian piezas exclusivamente de guitarra a cargo del profesor y con el preceptivo don por delante. La parte esencial de su trayectoria, lo recalcamos, estuvo unida a la del gran Silverio Franconetti. Juntos actuaron en grandes teatros y, después, en los cafés-cantante de Sevilla. Patiño pasaría por los cafés de Cagajones, triperas, para dirigir diversos cuadros de cante y baile. Las falsetas de Patiño, en plena vigencia, nos ha llegado a través de sucesivos guitarristas, pues, como nos dijo el venerable guitarrista Mario Escudero," la soleá no se puede tocar sin acordarse todavía de las tres o cuatro notas que hizo el maestro". El maestro Patiño Nacido en la ciudad de Cádiz el año 1829, el guitarrista José Patiño González, conocido en el mundo del arte como el Maestro Patiño, parece ser que fue el inventor, o al menos el que perfeccionó la cejilla o cejuela, pieza suelta, privativa de la guitarra flamenca, que aplicada transversalmente sobre la encordadura de la guitarra, sirve para igualar la entonación del instrumento. Dicen que compartió con él esa suerte Paquirri el Guanté, aunque este gaditano sobresalió más como cantaor que como guitarrista. Al centrar el maestro Patiño sus esfuerzos en conseguir que la guitarra pudiera adaptarse a los tonos de los cantaores y no al revés, como se hacía hasta entonces, este transporte de tonos enriqueció sobremanera el cante. Hasta entonces, el acompañamiento se veía limitado a dos formas simples, el cante 'por arriba' (mi mayor) o el cante 'por medio' (la mayor). La cejilla vino pues a cumplir una importante función en la evolución del cante flamenco. Patiño, como guitarrista flamenco, fue un gran clásico del siglo XIX, sentando una serie de bases de decisivo aporte en el posterior desarrollo artístico de este instrumento. Fue el primero que modernizó el acompañamiento flamenco, y a pesar que decía que la guitarra se había hecho para acompañar al cantaor -según afirmaba Fernando el de Triana- fue también el primero que empezó como solista a dar conciertos de guitarra flamenca. Trabajó mucho en su tierra y en los cafés cantantes sevillanos de Los Cagajones o Triperas. A Silverio Franconetti le acompañó en una gira por la provincia de Cádiz en 1865, y a Chacón también le tocó en la gaditana Velada de los Ángeles de 1886. El Maestro Patiño dejó un gran número de discípulos, entre otros Paco el Barbero y aquel primerísimo Paco el de Lucena, que llegó a superarlo en ejecución. Patiño falleció en su ciudad natal tal día como hoy del año 1902. Maestro Patiño José Patiño González. Cádiz, 1829 - 1902. Guitarrista. Primer patriarca del toque, de quien todos sus contemporáneos bebieron. Gitano del mítico barrio de Santa María, siempre declaró que la guitarra se había hecho "pa acompañá ar cantaó", y a ello dedicó toda su vida con admirable propiedad. Gozó de la máxima estimación por parte de sus contemporáneos. Chacón le consideraba el más clásico, el más puro, y Aurelio Sellés dijo: "Le conocí mu viejito, con el abrigo puesto. Vamos, la capita puesta y un guitarrillo que llevaba, porque era un guitarro lo que llevaba; ése era un fenómeno". Sería un guitarrillo que efectivamente daba pena verlo, pero -en opinión de Pericón de Cádiz- "ya podía venir el mejor del mundo, que no lo mejoraba; el sonío que le metía el hombre ese a las cuerdas, la manera de tentarlas...". Y Fernando Quiñones lo valora en los siguientes términos: "Se caracterizó su estilo, especialmente en cantiñas, soleares y siguiriyas en bordones, por su precisión y calidad en el dibujo melódico, su trazo minucioso y la profusión de admirables falsetas, del todo acordes con el compás y particularmente con el espíritu del género que en cada ocasión interpretaba. Su célebre toque corto, de sincopado estilo, abundaba en breves y recortados aunque encantadores floreos, en una atmósfera de notas secas y apagadas..."
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