Biografía:
Genara Cortés, cantaora gitana, más conocida mundialmente con su propio nombre artístico de Genara Cortés, nació en Málaga en el año de 1975, en el seno de una familia gitana de tradición cantaora. Su padre “el Genaro”, cantaor a recorrido multitud de países con artistas de renombre. Su padre "Genaro " es una escuela. Para su hija "Genara" que no solo le ha enseñado el ritmo y estructura del cante. También lo más importante las bases del Flamenco que son el latir de un corazón gitano: la humildad, sencillez, el amor, el respeto a los demás...la fe. "Genara" desde temprana edad se inició cantando para el baile en los tablaos y demás circuitos flamencos de Málaga y su provincia. Posteriormente desarrolló su actividad artística en los tablaos madrileños. Tras una trayectoria nacional muy destacable e intensa, se estrena en el concierto internacional en Bogotá (Colombia) con “La Pasión de Cristo según San Mateo”; acompañando a artistas de gran calado y reconocimiento como Diego Cigala, Niño Josele, Piraña, Montse Cortés, Javier Limón, con la música a cargo de la Filarmónica de Bogotá. Destaca sus participaciones en distintos discos como en el caso del último de Montse Cortés; también destaca su labor en el disco homenaje de Pablo Neruda: “Neruda en el Corazón” con Vicente Amigo y Montse Cortés o en “Casa Limón” de Javier Limón. En la buleria ‘nuevos hombres y mujeres’, disco donde participan los mejores de este tiempo, como Montse Cortés, Guadiana, Potito, Duquende, la Tana, Niño Josele, Paco de lucia, ect Ha formado parte de la compañía de Joaquin Cortés, recorriendo multitud de países. Ya como creadora de letras originales, de adaptaciones y versiones, aparece como voz principal femenina del disco y espectáculo “Mi Soledad” del bailaor Joaquín Cortés. También en el nuevo espectáculo "Calé" de Joaquin cortes, donde sigue aportando letras propias y adaptaciones. También ha participado como una de las Cinco Divas en "Divas del flamenco Maravilloso Sinatra", con Lole Montoya. Montse Cortés, Vicky Luna, Alba Molina y la propia Genara Cortés. Ha colaborado en el disco de Paco Heredia "el niño de la bella sonrisa" en la solea que se llama ‘el niño de la bella sonrisa’ y en un dvd con Paco Heredia titulado "pasión flamenka" donde canta por solea y bulerías como creadora de letras canta letras originales della en la buleria y solea. También ha asistido en varias ocasiones a la "Peña La Platería" en Granada y en Almería a La Peña "El Ciego de la Playa”. Ha trabajado también en la compañía del bailarín Antonio Gades en la obra "Carmen" y en la compañía de Juan de Juan en "orígenes” también ha participado en "flamenco hoy " el último trabajo de de Carlos Saura. Donde también compone letra propia para la introducción que hace con el salterio, para la petenera. Actualmente sigue trabajando en varios proyectos y compañías, mirando temas para su primer disco que irá de la mano de su buen amigo y productor Javier Limón . Nota: "Genara Cortes" No tengo miedo a los tiempos soy lo que llevo dentro Nace en Málaga en 1975 / Hasta los 24 años nadie me escuchó cantar / De niña bailaba por Michael Jackson / Llevo siete años en la compañía de Joaquín Cortés / La fe me mantiene y me sostiene cada día SE crío entre los cantes flamencos de su padre, el Genaro -«el artista de la casa»-, y la pasión por Manolo Escobar y Marifé de Triana de su madre, «la más folclórica». Pero ella, «en la intimidad, cantaba y bailaba por Michael Jackson» con sus hermanos. Es la escuela en la que se formó este «torbellino» de mujer de nombre Genara Cortés (Málaga, 1975). De penetrantes ojos negros, abundante pelo rizado y gitana orgullosa de su cultura, La Genara es la voz que acompaña al taconeo de Joaquín Cortés -con quien le une un parentesco muy lejano-, ha trabajado junto a figuras como Diego el Cigala, participó en la 'Carmen' de la compañía de Antonio Gades y se puso a las órdenes de Carlos Saura en el espectáculo 'Flamenco hoy'. Y eso que no se atrevió a actuar en público hasta los 24 años. «Antes nadie me había escuchado cantar». La vergüenza le podía. Hoy habla con soltura, sin pelos en la lengua y con gracia, pero confiesa que muchos años después aún conserva algo de aquella timidez. «En un escenario me crezco y me transformo, pero si cuando me bajo de él me piden que cante en una fiesta... me da corte». Le costó encontrar su camino. «De niña tenía muchos sueños que cuando crecí se quedaron guardados... hasta que llegó su tiempo». Quería ser actriz, cantante, bailaora, «quería hacer de todo, pero en verdad nunca fui a aprender nada». Era «algo rebelde y caprichosa», dejó los estudios -más tarde se sacaría el Graduado Escolar para adultos- y se apuntó a un cursillo de ayudante de repostería. «Los mejores pasteles eran los míos, pero nadie los probaba porque me los comía yo antes», bromea con mucho arte. Pero todo cambió cuando una amiga, Rebeca, la oyó cantar. «Iba a clases de baile por hobby y un día me escuchó hacer una letrilla. Se quedó mirándome con cara de miedo. ¿Pero qué te pasa?, le pregunté. Y me contestó: que cantas mejor que bailas». Fue entonces cuando entendió que podría vivir de su voz. Comenzó cantando para bailar en los tablaos y como acompañante de su padre, reacio en un principio a que «su pequeña» se aventurara en el difícil mundo del flamenco. «Con él me formé, todo lo que sé se lo debo a él», admite con admiración. Y, poco a poco, fue subiendo escalones y abriendo puertas. Su debut internacional llegó en 2004, con el estreno de 'La Pasión de Cristo según San Mateo' en Bogotá, junto a Diego el Cigala, Niño Josele, Montse Cortés y Javier Limón. Desde ese momento, no para. Ha colaborado en discos de compañeros ('Neruda en el corazón', 'Limón', 'El niño de la bella sonrisa'...), compone letrillas (desde chica «me inventaba canciones») y ha trabajado con los grandes. De Carlos Saura destaca su «humildad». «Es un hombre bueno y muy cariñoso; disfrutamos mutuamente: él de mi trabajo y yo del suyo», explica. Y ya van para siete los años que lleva en la compañía de Joaquín Cortés, con quien ha puesto en escena en medio mundo los montajes 'Mi soledad' y 'Calé'. En ellos canta, compone y baila. «Cortés me ha mimado mucho y me ha dado mucha libertad en el escenario. Confía en mí y me ha dejado ser siempre yo misma», asegura. Es una enamorada del mestizaje: lo mismo canta un palo flamenco que escucha música negra o se pone ópera a todo volumen en el coche. «Yo no soy purista, soy pura de sangre. ¿Qué más pureza hay que esa?». Cree que quienes se autodefinen como puristas «se han quedado atrasados» y lamenta que algunos no dejen entrar en su círculo a quienes no piensan como ellos. «Confunden los términos», critica. Pese a todo, Genara se siente «querida, respetada y valorada» y nunca -salvo contadas excepciones a las que resta importancia- ha sido rechazada por su raza o por su religión. «La llevo en mi ADN, está en mis huesos, y se transmite en mi arte», declara. Evangelista de profundas creencias, afirma que la fe es lo que le «mantiene y sostiene cada día». Ahora, la cantaora y compositora está inmersa en la creación de los temas para un espectáculo propio y un álbum en solitario, «que ya es tiempo». Pero mientras eso llega, en septiembre estará en las tiendas de discos con 'Mujeres de mar', un trabajo que produce y firma Javier Limón dedicado a las mujeres iraníes perseguidas por cantar en público. La Genara comparte aquí cartel con Estrella Morente, Mariza, Concha Buika, La Shica, Yasmín Levy, Montse Cortés y otras voces femeninas. Gracias a su trabajo ha conocido a gente de todas las nacionalidades y ha paseado su arte por ciudades que para ella eran un sueño. Como Nueva York, plaza que conquistó con Joaquín Cortés el año pasado. «He logrado sentirme ciudadana de cada lugar que piso». Son muchas las metas cumplidas, pero le queda una «espinita»: actuar en casa, en el Teatro Cervantes. «Soy de Málaga y a donde voy llevo a mi ciudad por bandera. Hasta ayer era la desconocida en mi tierra pero hoy pienso ser la conocida», sentencia. Y añade: «Sólo quiero que aquí sepan que pueden contar conmigo».
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