Biografía:
Juan Cortés Santiago, cantaor gitano, más conocido artísticamente con el nombre de JUAN EL CANASTERO, nació en la vereda de enmedio del Sacromonte, Granada, el 12 de diciembre del año 1931, y murió en Granada en el año de 2001. Su padre y sus hermanos cantaban. Así empezó de niño escuchando a su padre, a su hermano Francisco y a su hermana María. Y a vivir el ambiente de la Zambra. Según decía: "El Sacromonte era, de verdad, una auténtica familia, sin discriminación para nadie, todos a bien unos con otros, payos o gitanos". El padre de Juan era forjador, pero una vez casado tomó también el oficio de su mujer, y en los inviernos trabajaban la mimbre, de ahí les viene el apodo de "Canasteros". En el verano, Juan ayudaba a su padre que comerciaba con frutas. El cante del Canastero no se parecía a ningún otro cantaor, pues tenía un sello muy peculiar y una forma personalísima de interpretarlo. Dominaba muy bien los tangos del Camino, la soleá y la bulería. Cantó con todos los artistas que pasaron por Granada. Recordaba los ratos con Juanillo el Gitano al que tenía un gran respeto y ante el que no se atrevía a cantar, con Pepe Albaicín, con Varea, con el Gallina y Camarón entre otros. Le gustaba recordar una noche, de las que trabajaba en la Zambra, cuando al terminar siguieron de fiesta y terminaron en la fuente del Avellano. Entre ellos estaba Pilar López que acabó bailando, una estampa irrepetible, en el filo de la fuente al son de la guitarra y del agua. Juan trabajó mucho, además de la Zambra, en fiestas recogidas, durante dos años en la Casa de Campo de Madrid, en la Facultad de Veterinaria de Córdoba y dando recitales en solitario en una gira por Alemania. Nunca participó en concursos, porque decía que no podía cantar en seco. En una ocasión, en la cueva de su hermana María la Canastera, hicieron una zambra para Anthony Quinn e Ingrid Bergman. El actor tomó un sombrero de uno de los sobrinos y estuvo bailando como un artista más. Juan el Canastero vivió los años dorados de la Zambra en el Sacromonte de Granada, los años 50 y 60 del siglo XX. Después, en los setenta, vino el declive. La mayor parte de las Cuevas cerraron o se reconvirtieron. Los artistas flamencos empezaron a irse, buscando otros escenarios. Juan el Canastero, se quedó en Granada, pero decidió ganarse la vida de comerciante y vivir el flamenco sólo como afición. Sin embargo, era frecuente escucharlo cantar en reuniones íntimas o en alguna peña flamenca de Granada o provincia. Fue socio de la peña Flamenca La Platería y de la Parra Flamenca de Huetor Vega. Murió el 5 de noviembre de 2001, y hasta poco antes de su muerte, se le podía escuchar los tangos del Cerro, que es también un baile individual, que suele cantarse a una sola voz con acompañamiento de palmas y guitarra.
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