Biografía:
A DIEGO AMADOR le conocen también como El Churri en el ambiente flamenco y en su barrio, el Polígono Sur sevillano, donde se ha grabado gran parte de este "El aire de lo puro". Diego es músico las veinticuatro horas del día y un perfeccionista que se encuentra mejor en el estudio de su casa que en cualquier otro lugar. Hablando de raíces, DIEGO AMADOR las tiene allí, en las llamadas 3000 Viviendas. El epicentro de muchos de los movimientos que han agitado el flamenco en los últimos años está concretamente en la casa de los Amador, donde Churri creció viviendo de cerca las peripecias de sus hermanos Rafael y Raimundo (a.k.a. Pata Negra) y su curiosa relación con el éxito.
El futuro de DIEGO AMADOR se decidió el día en que su padre apareció en casa trayendo un viejo órgano Hammond. Diego no lo dudó un instante, se sentó en el taburete, acarició el teclado y se puso a tocar ... por bulerías. Luego llegaron sus comienzos como profesional acompañando a sus hermanos, la Susi, Tomatito, el guitarrista argentino Luis Salinas, etc. Su primer disco -el muy apreciable "Patita Negra", producido por Ricardo Pachón- ya denota su pasión precoz por el jazz. Cuando toca jazz Diego parece que lo está inventando como ocurría con sus hermanos cuando tocaban rock y blues.
Aún así DIEGO AMADOR es puro flamenco y es a esta música incomparable a la que hizo juramento de fidelidad eterna sobre el altar del arte apadrinado por Euterpe, Polimnia, Terpsícore, Pastora Pavón y Fernanda de Utrera. Nada hay de casual en su trabajo que persigue el objetivo de tantos músicos jóvenes en los últimos tiempos: convertir el cante y el toque de los gitanos andaluces en la gran música flamenca universal. Churri es el músico mejor dotado de su generación para provocar un salto cualitativo en esa evolución.
El futuro de DIEGO AMADOR se decidió el día en que su padre apareció en casa trayendo un viejo órgano Hammond. Diego no lo dudó un instante, se sentó en el taburete, acarició el teclado y se puso a tocar ... por bulerías. Luego llegaron sus comienzos como profesional acompañando a sus hermanos, la Susi, Tomatito, el guitarrista argentino Luis Salinas, etc. Su primer disco -el muy apreciable "Patita Negra", producido por Ricardo Pachón- ya denota su pasión precoz por el jazz. Cuando toca jazz Diego parece que lo está inventando como ocurría con sus hermanos cuando tocaban rock y blues.
Aún así DIEGO AMADOR es puro flamenco y es a esta música incomparable a la que hizo juramento de fidelidad eterna sobre el altar del arte apadrinado por Euterpe, Polimnia, Terpsícore, Pastora Pavón y Fernanda de Utrera. Nada hay de casual en su trabajo que persigue el objetivo de tantos músicos jóvenes en los últimos tiempos: convertir el cante y el toque de los gitanos andaluces en la gran música flamenca universal. Churri es el músico mejor dotado de su generación para provocar un salto cualitativo en esa evolución.
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