jueves, 22 de septiembre de 2016

Entrevista a Mártires del Compás


Entrevista a Mártires del Compás :

Mártires del Compás 
Luis Clemente 
"EN "MÁRTIRES" CADA FRACASO EN VENTAS ES UN ÉXITO" 
Mártires del Compás publican 'Mordiendo el duende', cuyo sonido parece dejar atrás una trilogía. Su compositor ha cuadrado ingeniosas y flamantes letras en el mundo del pop y del flamenco.
Hay imágenes fuertes en la soleá: "Es tu cariño pa mí como un bote de tetabrí que unas veces se abre fácil y otras no se quiere abrí". 
Chico: La soleá se había alegrado en el tiempo y la he querido hacer lo más pausadamente posible. El silencio toma más partido. 
Lleva la guitarra flamenca de Rafael Rodríguez, "El Cabeza". 
Manuel: Es al único que dejaría tocar en el disco, porque es un tocaor, de los que trabajan todos los días. 
Chico: Para mí era fundamental que El Cabeza estuviera en mi obra porque es clásico y nuevo. En mis discos nunca he querido que colaborara gente de renombre, sólo el Cabeza en este último y Manolito Soler en el primero. 
Lo llevabais claro a la hora de grabar. 
Julio: Nos pusimos en el estudio, con los casquitos puestos, mirándonos todos… 
Alberto: ¡Un dos tres! Pim, pom, pam. Y palante. 
Chico: En el estudio alucinaban con la soleá: ¿cómo la vamos a hacer? No, viene El Cabeza. ¿Pero cómo la vamos a hacer? Nada, en dos horas. Teníamos clara la introducción, pero no sabíamos es cómo iba a cantar yo la soleá. 
Manuel: El desenlace es lo que no estaba claro. 
Chico: Ni el drama ni las letras. 
¿Ni las letras? 
Chico: Es que esa letra la he cantado por fandangos. En los conciertos siempre meto letras nuevas. Lo que me apasiona es el final, porque se está perdiendo la salida por soleares. Lo difícil no es empezar, es terminar cualquier cante. Esa salida de soleá por bulerías con aires de Cádiz: "Esta noche yo he quedao con ella, no sé si para el amor o para la guerra". 
El 'Rigui mártir' tiene una de las mejores letras. Comienza "por las aguas del Estrecho flotan claveles negros". 
Chico: Desde el primer disco estoy tocando el tema de los espaldas mojadas, que cada vez está más vigente. Es una de las canciones más crueles, es la conciencia que no tenemos, se repiten casos y seguimos mirándonos el ombligo, porque si no pasa en Sevilla no existe. Pero yo hablo de África como si hablara de las Tres Mil Viviendas, son los que trafican con personas… 
'Maltratada' lleva una guitarra algo jazzística. 
Chico: En este disco hay muchos acordes jazzísticos, a nivel de acordes es el mismo formato que el flamenco. Los acordes jazzísticos enriquecen mucho la postura flamenca. En esa canción no hablo directamente pero sí defiendo una postura: a la agresión, reacción. Si se muere luchando se muere por el futuro. Es aberrante hacer daño a lo que tú has querido." 
¿Qué es 'Oye el libro'? 
Chico: Para mí es la canción bandera del disco. Una insatisfacción constante como es la de mis relaciones amorosas: "Con lo que tú me haces voy a escribir un libro con palabritas de hambre y de sueños perdidos" 
Dices: "El que busca lo que pierde nunca vive lo que tiene". 
Chico: Es poner la vista hacia delante, para atrás ni para coger impulso" 
En 'Los peluqueros' cantas: "En la cama todo vale y en la lucha lo chico se hace grande". 
Chico: Es lo más pop, homenaje a una época, la de Crosby, Stills, Nash & Young, Traffic, Cat Stevens… la cuerda me sonaba a canción pop cantautora… "Hay hombres de pelo corto", cantado como "How many times.." de Dylan. Tengo amigos peluqueros y ni en la CIA hay tanta información como en la peluquería del peluquero de la vida. El peluquero es una persona con buen gusto, y el barbero lo pierde. Es la primera vez que nos metemos en el pop dejando el flamenco, pero no sé porqué hay alma flamenca, hay flamenquería en esa canción. Pero creo que es interesante desde el punto de vista literario, si ves la metáfora, me da muchas imágenes la mariconería de los peluqueros. 
¿No te ponen pegas los demás mártires cuando escribes? 
Chico: Ellos confían en mis letras. Ven en mí que tengo una capacidad más rápida para eso, lo mismo que Julio para los acordes. Cuando soy gracioso le doy la chispa gaditana, pero también le puedo dar la crueldad sevillana. 
Ya no hay sevillanas, ni apenas guitarra eléctrica, está menos recargado de percusión. 
Chico: Al no estar Sidy con la parte africana todo ha quedado mucho más transparente. Nosotros hacíamos un tema y después él entraba, y eso condicionaba el sonido, lo limitaba. Me ha gustado mucho colaborar con Sidy, pero estoy convencido de que si hubiera hecho mis trabajos sin él todo hubiera salido mucho mejor. Y aparte hubiera ligado más. El trasfondo de todo esto es que hubiera ligado más. 
Julio: El truco está en no pretender meter todos el mismo acorde. Desglosamos cada acorde para que todos tengamos nuestra identidad, pero al unirnos a nivel armónico creamos el único acorde. Lo más complicado es hacerlo fácil. 
Jesús: Lo difícil es descomponer el acorde. Chico: Lo que es nuevo, si hay algo nuevo, es llegar a la conclusión de que con un cajón, un bajo y dos guitarras se puede llegar a cualquier entendimiento musical. Siempre me he opuesto a los vientos, la batería, el piano… todo lo que tenga más de seis cuerdas entorpece el compás, el latido de lo que es el grupo Mártires. 
Surrealismo. 
Chico: Nosotros hemos renovado la lírica, eso es cierto. Yo creo que le he dado un pulso diferente a la forma de escribir cosas, humanizar tetrabriks, microondas… soy pionero en eso. 
Si el anterior cerraba una trilogía, ¿este qué empieza? 
Chico: No es una cuestión de cerrar o abrir trilogías, es un ciclo natural y Mártires está en ese cenit. En Mártires cada fracaso en ventas es un éxito para el siguiente disco, un éxito porque seguimos creando, y gracias a la constancia, porque creemos en nosotros más que en los demás, hemos llegado a cerrar una trilogía porque el concepto amplía el campo, en Mártires no ha habido una reacción contraria a que una compañía no venda, porque hemos demostrado que se puede hacer música en este país bien sin tener que estar en los 40. Si vas a cantar, llenas el sitio y la gente se sabe tus canciones, ése es el éxito comercial que debe tener tu obra, no los millones que cobras. 
"Llamar flamenco a ciertas cosas me parece una ofensa, un poco vergüenza", dices. Te indignas mucho con el flamenco. 
Chico: Si ves los programas de televisión y eres un buen aficionado, te indignarías como yo. Se han perdido cantidad estilos por culpa de esa ignorancia, se ha perdido el espíritu de salir de fiesta, de estar en un colmao… vale, estamos en el 2000 y no se puede estar en un colmao porque al flamenco hay que sacarlo de la oscuridad para que se entienda. Pero si lo hemos sacado para enterrarlo, no estoy de acuerdo. Prefiero que vengan los municipales a cerrar el bar donde canto a que estén en el Lope de Vega o en el Maestranza, matándolo allí, en un sitio digno, como si fuéramos a la Catedral. Para mí el flamenco no es que sea una cosa seria, es una forma de vivir. Y voy en contra de todo aquel que agrede mi forma de ser. 
Cada vez que te mencionan la palabra fusión levantas la espita de la mezcla. 
Chico: Ya llevo veinte años diciéndolo, que la fusión es imponer un ritmo, un criterio, sobre otro y nosotros, como tierra de mezcolanzas… Si hablamos de flamenco no me hables de Tomatito y Michel Camilo, no me hables de Ketama ni de Joaquín Cortés, ni de Mártires… aunque nosotros, cuando nos filtramos en lo puro somos más puros que cualquiera, lo demuestro: lo hago y lo grabo. No estoy tirándome el rollo. Lo cumplo con mi honradez y con mi forma de ser. Pero aquí se ha perdido esa forma de ser. 
¿Cómo eres capaz de decir que le han faltado el respeto al flamenco? 
Chico: Los que le dieron grandeza al flamenco en Sevilla vinieron de fuera, malvivieron del flamenco en la Alameda cantándole a lo que ya sabemos. Y Sevilla cree que el cante es de señoritos. Esa falta de cultura de tus raíces la pagaremos caro porque estamos perdiendo algo nuestro para llegar a algo que no nos pertenece, que es la abducción del flamenco, de una falta de gusto y sensibilidad absolutas. Quien no conoce su historia está condenado a repetirla, y eso lo pagaremos caro. 
Fernando Martín escribió en El País: "Mártires levantan la bandera de los históricos Veneno con más derecho y vigor que nadie hoy". 
Chico: Lo del disco de Veneno fue un accidente y Mártires somos una realidad. Llevamos cuatro discos manteniendo el flamenco billy, en la dirección que queremos. Hay pocos grupos que tenga tanta autonomía, yo le cedo mis derechos a mis músicos, a mis niños, como forma de comprometer a mis músicos. Yo soy mellizo y me enseñaron a compartir. 
¿Mellizo? 
Sí, mi hermano es más grande, yo soy de la teta de atrás. 
Luis Clemente

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