jueves, 22 de septiembre de 2016

Entrevista a Manuel Herrera Rodas


Entrevista a Manuel Herrera Rodas :

Entrevista a Manuel Herrera Rodas, director de la Bienal de Flamenco de Sevilla 
"La Feria Mundial del Flamenco evidencia que luchar por el flamenco es una tarea colectiva, no el trabajo individual de un llanero solitario" 
Silvia Calado Olivo 
El negocio que gira alrededor del flamenco da los primeros pasos para caminar de la mano en su desarrollo internacional. La I Feria Mundial del Flamenco, que tiene lugar en Sevilla entre los días 4 y 7 de octubre de 2001, ha creado un foro pionero en la promoción comercial de este arte. Manuel Herrera Rodas, director de la Bienal de Flamenco de Sevilla, muestra la satisfacción de ver ya superadas todas las previsiones, pero sin perder conciencia de la reflexión permanente a la que habrá que someter esta cita en el que arte y empresa van a una. 
¿Con qué propósitos arranca la I Feria Mundial del Flamenco? 
Consideramos que la Bienal de Flamenco de Sevilla debía ser algo más que una sucesión de espectáculos cada dos años, por muy importante que sea la muestra, para convertirse en el gran escaparate de todos los productos que el flamenco es capaz de generar. Una oferta que Andalucía tiene que rentabilizar como tierra generadora de flamenco. Por ello, nuestro objetivo era tanto fijar a la Bienal como un gran festival con unas características definidas, como dotarla de una infraestructura permanente que fuera una referencia internacional de lo que es el flamenco. Tal meta se quedaría corta si no fuéramos capaces, al mismo tiempo, de poner en valor y promocionar todo lo que el flamenco es capaz de producir. Y no sólo como propuesta escenográfica y artística, sino integrando todas las industrias y artesanías que giran alrededor del flamenco: moda, casas discográficas, producción audiovisual, el mundo de la guitarra y los instrumentos de acompañamiento... Aprovechando la experiencia de Fibes (empresa gestora del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla) en la organización de ferias y congresos, consideramos necesario aunar esfuerzos para dar el sitio y el escaparte idóneo a ese producto comercial susceptible de generar negocio. La Bienal logra así diversificar sus funciones entre la propuesta artística y la actividad comercial. 
¿Se han cumplido, de momento, las expectativas depositadas en la organización de este foro?
Sí, porque aparte de poner en valor los productos flamencos, pensamos que también era nuestra obligación mover conciencia. Y, de alguna manera, zarandear a la sociedad y, con ella, a las instituciones públicas para que todos juntos nos diéramos cuenta de que luchar por el flamenco es una tarea colectiva, no un trabajo individual de un llanero solitario. Hemos intentado no sólo contar con instituciones que tienen la obligación de cooperar en este fin, como las consejerías de Cultura y Turismo de la Junta de Andalucía, sino también adentrarnos en todos los ayuntamientos y diputaciones andaluces para que dentro de esta feria tuvieran cabida y fueran promocionadas las artesanías relacionadas con el flamenco que el mundo de la globalización considera economía sumergida. Y así hemos conseguido que zapateros especializados en hacer zapatos para bailaores, diseñadores y creadores de ropa de baile, fabricantes de cejillas, productores de peinetas o luthiers se codeen con promotores y programadores artísticos del género flamenco o empresas de representación y management. Con todos ellos, presentamos un gran paquete diverso, variado y plural que va a dar muestra de la evolución permanente y positiva que, desde el punto de vista económico, está moviendo el mundo del flamenco. 
¿Ha cubierto la Feria su vocación internacional? 
Somos conscientes de que los atentados terroristas ocurridos en Estados Unidos están teniendo una repercusión negativa en cualquier acontecimiento de carácter internacional. Sin embargo, estamos recibiendo una respuesta positiva por parte de todos los expositores y, es más, nadie nos ha anunciado que cancele su visita. La Feria contará con una representación importante del comercio y los negocios de Estados Unidos, Canadá, Japón, Asia y Europa. Para canalizar estos contactos, hemos contado con la colaboración del Instituto de Fomento de Andalucía, la dirección regional del Instituto de Comercio Exterior y los departamentos internacionales de la Consejería de Turismo. Ellos han tramitado, desde un punto de vista internacional, la captación de programadores y prensa extranjera. La Bienal ha depositado la responsabilidad de las relaciones externas en Pepe de Lucía, dada su experiencia y capacidad de gestión en el exterior.
¿Se puede adelantar ya un balance? 
"Tenemos que hacer una reflexión permanente del cumplimiento de los objetivos de la Feria y no mirarnos en el espejo narcisista" 
A pesar de que las previsiones se han desbordado, no podemos vender humo ni creer que con la primera edición ya está todo hecho. Las ferias se consolidan en la segunda o la tercera edición que es cuando, además, se criba. Ahora mismo hay una gran oferta, pero aún no sabemos si toda esa oferta es de interés. Este foro aúna dos tipos de feria: las dedicadas exclusivamente a un mercado interno de vendedores y compradores; y aquellas otras cuya característica fundamental es la apertura al público general, con atractivos como la presencia de artistas de primer orden, desfiles, espectáculos o restauración. 
Todas las infraestructuras del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla se ponen a disposición de la feria como negocio y otros 7.500 metros cuadrados de superficie se ponen al servicio público. Aunque, en virtud de la experiencia de Fibes, hemos intentado compaginar todos los intereses, quizás, cuando hagamos el análisis final, vemos que hay que avanzar en el campo del sector negocio o que hay que reducir en el ámbito del público. Evidentemente, habrá que ir cubriendo todo defecto o carencia que vayamos viendo y mejorar de cara al futuro. Estamos satisfechos, se han cubierto los objetivos previos, pero habrá que estar atentos y no mirarnos en el espejo narcisista para congratularnos de lo buenos que somos. Tenemos que hacer una reflexión permanente de los objetivos que estamos pretendiendo, que no son otros que poner en valor el flamenco y demostrar que es un producto de altísimo interés turístico para Andalucía. No podemos olvidar que piedras, monumentos, gastronomía, sol y playa hay en todas partes, pero la gente busca cada vez más la identidad de los pueblos en el turismo. El mundo ahora se mueve por otros intereses como los encuentros entre culturas, civilizaciones y razas. De ahí que estimemos importante que el flamenco se ofrezca desde Andalucía como un producto de autenticidad de nuestra tierra. 
¿Puede entenderse la Feria como un primer paso para dar cohesión sectorial a las empresas relacionadas con el flamenco? 
Creo que sí. Y también debería ser un primer paso para crear la gran industria discográfica andaluza. La Feria pondrá en evidencia una contraposición entre las grandes discográficas multinacionales y su capacidad de gestión y negocio, frente a la pequeña empresa discográfica andaluza de un pueblo o de un señor que, con mucho amor al flamenco, ha montado una empresita cuyo negocio se reduce a la edición de tres o cuatro discos al año. Tenemos que avanzar uniendo intereses, pues Andalucía necesita liderar el negocio del disco y del vídeo flamenco. Para ello hace falta no sólo una unión importante de los empresarios, sino también el apoyo de todas las instancias implicadas en la promoción de la región. Si no, corremos el riesgo de que intereses comerciales, de grupo o mediáticos sean los que dirijan el futuro del flamenco. Y no debemos perder de vista que constantemente estamos clamando al cielo porque esto desaparece o porque cambian los gustos del público, sin darnos cuenta de que también estamos contribuyendo a globalizar la cultura y, por tanto, el flamenco. Si de verdad queremos apostar por un liderazgo de un arte tan nuestro como es el flamenco, tenemos que apostar por los soportes que lo difunden. 
¿La acogida de la Feria evidencia una creciente profesionalización del flamenco? 
"El flamenco tiene que desarrollarse en los mejores escenarios del mundo y divulgarse mediante los más sofisticados medios de comunicación de que dispongamos" 
Ya se están empezando a dar los primeros pasos para tratar al flamenco con las mismas características comerciales y de promoción que se usan con las otras músicas. El hecho de que haya cada vez más artistas que han tomado el camino de estar dirigido por un manager y tener una casa discográfica a la que deberse ha supuesto una enorme eclosión. Tenemos muchos ejemplos de grandes músicos flamencos que, en cuanto han tomado el camino de profesionalizar su arte, han experimentado un despegue impresionante. Por ahí van los tiros. Es inconcebible que en el siglo XXI todavía estemos soñando con cuevas y corrales de vecinos que son lugares sólo para tener en la memoria, pero nunca para idealizarlos como el marco adecuado donde actualmente debe desarrollarse este arte. El flamenco tiene que desarrollarse en los mejores escenarios del mundo y divulgarse mediante los más sofisticados medios de comunicación de que dispongamos. Y eso es cuestión de profesionalización. 
¿Cómo se repartirán los papeles Bienal y Feria cuando coincidan? 
Procuraremos profundizar en el apartado de programadores, ampliar su estancia para que puedan asistir al mayor número de espectáculos posible. Habrá una especie de feria, no material, para mostrar a alrededor de un centenar de programadores de todo el mundo la oferta de espectáculos del festival. Por otra parte, coincidiendo con la recta final de la Bienal, se celebrará la Feria con las mismas características que en esta primera edición. De esta forma, los espectáculos del festival serán también espectáculos de la Feria y las empresas tendrán la oportunidad de utilizar todos los espacios escénicos de Sevilla para mostrar su oferta. 
¿Por qué la Bienal no ha aprovechado la Feria para mostrar los espectáculos en cuya producción ha colaborado? 
Quien tendría que haberse ofrecido para presentar esos espectáculos son las propias empresas y artistas que generaron sus espectáculos en la Bienal. Y ni siquiera ha ocurrido con los que después no se han vuelto a representar. Todo lo que se va a ofrecer en la feria corre a cargo de los expositores, ni Fibes ni la Bienal ofrecen espectáculos contratados. Son empresas, discográficas o instituciones las que están interesadas en mostrar comercialmente su producto en el marco de la feria. Es un concepto de mercado. 
Y, por cierto, ¿va superando el festival el tradicional problema de falta de continuidad de sus espectáculos? 
Si hacemos un análisis de los espectáculos del año pasado, es cierto que ha habido algunos que no han vuelto a presentarse porque tampoco tuvieron gran aceptación de publico. Cada uno se arriesga al presentar su propuesta. Y, en ocasiones, se presentan ofertas de gran interés pero que sólo tiene acogida entre un público minoritario, por tanto, difícilmente pueden tener salida. Sin embargo, la mayoría de los espectáculos de este último año han salido fuera: Bailaor, de Antonio Canales, que lleva hechas más de cien representaciones; Juana la Loca, de Sara Baras; 5 Mujeres 5, de Eva la Yerbabuena; María Pagés todavía está representando por ahí su Tirana, de la edición de 1998... 
¿Pero no es un poco decepcionante que cuando posteriormente se reestrenan, se olvide reseñar que fueron concebidos en la Bienal? 
"Soy consciente de que uno de los fracasos de la Bienal es no haber sido capaz de interesar a la iniciativa privada en la promoción de espectáculos" 
Ese es otro problema que habrá que ir resolviendo, pero radica en poder contribuir o no a los pagos de la producción. Y no es dejación de funciones. Somos conscientes de que una vez que salen de aquí se pierde la lectura "espectáculo estrenado en la Bienal de Flamenco de Sevilla". Pero suele ocurrir porque a la empresa le interesa más la vanidad y el morbo de vender la novedad al público de Madrid, de Barcelona o de Berna. Sin embargo, me consta que artistas de menor renombre se han abierto puertas gracias al sello de la Bienal. 
No disponemos de capacidad económica para poder entrar en grandes superproducciones como la que está preparando Sara Baras para la próxima edición, cuyos costes pueden superar los 360.000 euros (sesenta millones de pesetas). Esa es una de nuestras asignaturas pendientes. Y claro que podemos afrontar espectáculos de bajo presupuesto, pero lo ideal sería crear cuatro o cinco grandes producciones que, posteriormente, la Bienal se encargara de vender. Pero ni juntando todo el dinero de todas las instituciones colaboradoras tendríamos esa capacidad. Tenemos que movernos entonces en esas aguas pantanosas de al mismo tiempo estar enseñando la muleta y escondiéndote para que no te coja el toro. 
Asumiendo ese problema de financiación, ¿no se baraja la posibilidad de dar entrada a la iniciativa privada? 
Soy consciente de que uno de mis fracasos como director de la Bienal es no haber sido capaz de interesar a la iniciativa privada en la promoción de estos espectáculos. Yo no sé si la causa es que todavía falta conciencia del valor que puede tener el flamenco como recurso económico o que no hemos sabido motivar suficientemente al capital para que invierta en flamenco. Ni empresas importantes andaluzas ni el capital de ahorro de la región han dado ninguna respuesta contundente a la Bienal, incluso incorporándose como parte de la organización mediante la constitución de una gran empresa mixta institucional y privada. Quizás la Feria Mundial del Flamenco sirva para cumplir este reto.

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