miércoles, 18 de mayo de 2016

Entrevista a Fernando Terremoto


Entrevista a Fernando Fernández Pantoja :

Fernando Fernández Pantoja (Jerez de la Frontera, 1969) conserva el apodo de su padre y continúa en una línea familiar de dignificación del flamenco. A pesar de su juventud ya cuenta con un vasto currículum. En Sevilla es muy querido este jerezano, además de ser el lugar donde ganó el primer premio del I Concurso de Jóvenes Intérpretes de la Bienal de Flamenco en 1996. Comenzó en el mundo de este arte como guitarra del grupo Al Alba, hasta que debutó en 1989 como cantaor en el Centro don Antonio Chacón de Jerez. El triunfo logrado le permitió darse a conocer al gran público al cantar en la gala de inauguración de Radio Televisión Andaluza.
¿Cómo te ves en la evolución de tu cante, así como en la de tus participaciones en festivales de la categoría del Antonio Mairena? 
Los artistas van madurando con el tiempo y con los años, y van comprendiendo las cosas, y cuando tú repites en un festival dos o tres veces, ya viene uno más concienciado. Pero me veo bien, aunque veo al público demasiado respetuoso, hay demasiado protocolo. El flamenco es menos serio, es buena también la sobriedad, pero a veces es excesivo. 
¿Estás adentrándote demasiado en lo jondo? ¿Te animas a hacer más fusión? 
No, no hombre. Esto tiene dos vertientes, y tiene que dar más calor. Existe mucho exceso de crítica tan purista, aunque la gente entiende y sabe. Tengo claro que hay que honrar el nombre del flamenco, aunque también vendría bien un poquito de calorcito, de alegría. 
¿Qué diferencia vez entre cantar en un festival como el dedicado a Antonio Mairena, en su pueblo (Mairena del Alcor) y en una Bienal como la de Sevilla? 
Para todo artista venir a Mairena es una cosa muy especial, se trata de un festival antiquísimo, por donde han pasado los mejores cantaores de la historia, y aquí tienes que venir con las ideas muy claras. Aquí tienes que quedar bien y gustar, porque en festivales como éste son los que te hacen subir escalafones. Es una ocasión muy importante y tienes que estar lo más digno posible, aunque hay veces que te coge mejor y otras peor. Y con respecto a la Bienal, no tiene nada que ver con esto, es un mes a tope en Sevilla y con otros tipos de espectáculos, hay de todo.
¿Cómo ves la Bienal? ¿Crees que se está poniendo la cosa muy seria? 
No, tampoco tanto. Creo que es una gran oportunidad para muchos artistas que están saliendo, y, tal como está, la veo bien. La gente presenta proyectos nuevos y se hacen, aunque siempre hay de todo; por lo que también hay gente que no se queda contenta. 
Hace ya unos años que diste el pelotazo. 
Hombre, el tema es complicado, aquí siempre tienes que tener a alguien que te apoye y te respalde, y te valore como debe; aunque yo, gracias a Dios, no me puedo quejar. Las cosas van funcionando, voy cumpliendo y me están aceptando. 
¿Apuestas por lo jondo? 
Completamente, no estoy en contra de la evolución ni de hacer cosas nuevas, ni mucho menos. Pero si hiciera algo nuevo algún día, lo haría, pero basado en la pureza de mi cante. Si metiera una trompeta, la trompeta tendría que sonar completamente a flamenco. O sea, estoy a favor de evolucionar, pero no de la fusión; si hay que meter un violín o un piano, yo lo meto, pero tiene que sonar flamenco. 
¿La alegría de las bulerías gaditanas o la seriedad de la campiña sevillana? 
No puedo decidirme por ningún palo, porque canto en todos lados, y me agradan todos, cada sitio tiene su por qué y su ideosincracia. El artista se debe adaptar al sitio donde actúa. Aunque yo me considero un cantaor de palos duros: la seguiriya, la soleá... los cantes que hago son duros, y son con los que más me identifico. 
¿Encuentras barreras por ser joven y cantar jondo? ¿Hay más facilidades para sacar discos algo más fusionados? 
En este aspecto sí es más fácil sacar discos de fusión y de nuevo flamenco, como lo denominan ahora, pero eso por lo general son artistas de un año. El que no lleva la verdad por delante y la base del cante, yo creo que acaba cayendo, excepto gente como Ketama, que hacen su música y están ahí. Los que pegan el pelotazo no duran más de un año. El que no pierde la base tiene una carrera más verdadera y se le respeta más. En cuanto a las grabaciones, sí tienes más facilidades para grabar cosas más fusionadas y tienes más facilidades para contratos, pero en cuanto al trabajo y al directo, en absoluto, todo lo contrario. Lo importante para el cantaor es mantenerse, y la pureza es lo que hace que te mantengas. 
El flamenco es para minorías. 
Eso es un tópico, porque el flamenco es mundial, y siendo universal no puede ser para minorías. Entonces lo que pasa es que se queda en minoría ante el aluvión de los nuevos flamencos de hoy en día, que llenan estadios; pero son de un año, graban un disco y después se acabó. Pero el que se dedica a hacer lo puro, pasito a pasito, siempre está considerado. Yo apuesto por lo puro, y si hago algo nuevo, lo haré dentro de mis posibilidades. 
Isidoro Cascajo de la Barrera
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