lunes, 17 de agosto de 2015

Flamenco Antonio Moreno Fernández Albacete


Biografía:

Antonio Moreno Fernández, guitarrista payo, más conocido en el mundo del arte de la guitarra con el nombre artístico de Antonio de Hellín, nació en Hellín (Albacete) en el año de 1934, en el seno de una familia de artistas su abuelo y su padre, Juan Ramón Utrera, ya eran guitarristas, y en su casa se ha vivido el flamenco toda la vida. Empezó a tocar la bandurria con siete años y con ocho la guitarra, instrumento que domina a la perfección y que le ha dado grandes momentos de gloria. Refiere que su padre enseñó a tocar a su hermano, Morenito de Hellín, con el que se vino a Alicante en 1950, y que fue el que le inició en la carrera profesional. Antonio de Hellín recuerda que el bar. Las Cuatro esquinas era el lugar en el que se reunían los flamencos y gente de fuera para cantar y tocar. Asegura que por entonces hacía pequeñas actuaciones con cantaores en Alicante y la provincia, hasta que en 1952, con mucha más experiencia y soltura con la guitarra, se marchó con su hermano a Madrid, donde empezó a actuar en salas como el Pasapoga, en la que debutó con la cantante de boleros Carmen de Veracruz, y continuó en las salas de fiesta Parrilla Alcázar y Alazán. A partir de entonces inicia un periplo profesional que le ha llevado a actuar con los grandes del flamenco por España, Europa y América. Refiere con orgullo que ha actuado con Pepe Mairena, Antonio Molina, Pepe Pinto -marido de la Niña de los Peines-, Juanita Reina, Marifé de Triana, Antonio Gades y Rafael de Córdoba. Un elenco de artistas con los que ha compartido cartel y que le llena de satisfacción. Ahora, acompañado de su hijo Antón Moreno, con el que ha actuado en numerosas ocasiones, se le agolpan en la memoria los recuerdos y siente tristeza de dejar profesionalmente a una compañera que como la guitarra le ha dado infinidad de buenos momentos. Una vida dedicada al flamenco Antonio Moreno Fernández. Tras una larga vida como guitarrista flamenco, Antonio Moreno Fernández, de nombre artístico Antonio de Hellín, se despedía el jueves en la con catedral de San Nicolás de su carrera profesional con una magistral actuación acompañando a su hijo, el cantaor Antón Moreno, en el concierto sacro-flamenco que lleva por título Miserere. Interpretación a la guitarra que fue muy aplaudida por el público y que le hizo emocionarse porque deja atrás toda una vida dedicada al espectáculo flamenco que le ha llevado por todo el mundo. Una experiencia profesional intensa y vibrante, que ahora, a los 74 años, recuerda con cierta nostalgia, y que ha compartido con su mujer, la bailaora Adela Fernández, con la que en 1970 formó la compañía Los Calós y con la que ha hecho giras llevando el arte flamenco por toda Europa y también por Japón. Antonio Moreno recuerda que nació en Hellín en 1934, en el seno de una familia de artistas -su abuelo y su padre, Juan Ramón Utrera, ya eran guitarristas-, y en su casa se ha vivido el flamenco toda la vida. Empezó a tocar la bandurria con siete años y con ocho la guitarra, instrumento que domina a la perfección y que le ha dado grandes momentos de gloria. Refiere que su padre enseñó a tocar a su hermano, Morenito de Hellín, con el que se vino a Alicante en 1950, y que fue el que le inició en la carrera profesional. Antonio de Hellín recuerda que el bar. Las Cuatro esquinas era el lugar en el que se reunían los flamencos y gente de fuera para cantar y tocar. Asegura que por entonces hacía pequeñas actuaciones con cantaores en Alicante y la provincia, hasta que en 1952, con mucha más experiencia y soltura con la guitarra, se marchó con su hermano a Madrid, donde empezó a actuar en salas como el Pasapoga, en la que debutó con la cantante de boleros Carmen de Veracruz, y continuó en las salas de fiesta Parrilla Alcázar y Alazán. A partir de entonces inicia un periplo profesional que le ha llevado a actuar con los grandes del flamenco por España, Europa y América. Refiere con orgullo que ha actuado con Pepe Mairena, Antonio Molina, Pepe Pinto -marido de la Niña de los Peines-, Juanita Reina, Marifé de Triana, Antonio Gades y Rafael de Córdoba. Un elenco de artistas con los que ha compartido cartel y que le llena de satisfacción. Ahora, acompañado de su hijo Antón Moreno, con el que ha actuado en numerosas ocasiones, se le agolpan en la memoria los recuerdos y siente tristeza de dejar profesionalmente a una compañera que como la guitarra le ha dado infinidad de buenos momentos. Dentro de los actos previos a la Semana Santa, la Junta de Hermandades y Cofradías de Alicante invitó a Antón Moreno a escenificar su concierto sacro flamenco "Miserere" en la Concatedral de San Nicolás el pasado jueves 21 de febrero. En esta ocasión, el popular cantaor alicantino estuvo acompañado de un cuarteto de cuerdas, un cuadro flamenco (en el que figuraba Antonio de Hellín, padre del cantaor) y un coro de cuatro voces. Todos juntos interpretaron las distintas piezas que componen esta singular combinación de arte flamenco y música religiosa, creada por el alicantino inspirándose en la "Misa Pontificial" del compositor y organista italiano Lorenzo Perosi (1872-1956) y en el cante de ese maestro de la época dorada del flamenco que fue el gaditano Enrique El Mellizo (1848-1906). De ese modo, surgió una obra original que progresa entre la belleza mística del 'Kirie' o el 'Benedictus' litúrgicos, los cuales se van alternando con cantos flamencos de palos como las soleás, las peteneras o esas peculiares malagueñas. Por último, la velada del jueves contó con el valor sentimental añadido de suponer la retirada profesional del guitarrista Antonio de Hellín, padre del cantaor y supervisor estilístico del Miserere. Escuchemos, pues, a Antón Moreno y el grupo reunido para la ocasión interpretando una de las piezas más queridas por el público, esas alegrías del 'Gloria a Dios en el Cielo' y del 'Salmo 121. Cántico de los peregrinos'.
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